Un diagnóstico de enfermedad tiroidea debe ser determinado por un especialista, la complejidad y el nivel de alteraciones hormonales que esto produce es muy variable de un paciente a otro, no consuma medicamentos ni tratamientos que no hayan sido recetados por un especialista certificado. La mayoría de las complicaciones tiroides nacen del mal manejo de la enfermedad, así como un diagnóstico tardío.
Un especialista calificado, podrá brindarte una calidad de vida óptima, él considerará varios factores para tu tratamiento postquirúrgico, como puede ser: la razón de la cirugía, la extensión de la extirpación de la glándula tiroides y la respuesta individual del paciente. En muchos casos, los pacientes pueden llevar una vida normal después de la cirugía, tendrán un tratamiento con medicamentos de reemplazo hormonal tiroideo para mantener los niveles adecuados de hormonas en el cuerpo. Cualquier alteración adicional debe ser informada al especialista, para ajustar el tratamiento según sea necesario .
Una tiroidectomía total se realiza cuando hay una indicación clara de extirpar toda la glándula tiroides, como en casos de cáncer de tiroides agresivo o enfermedad de Graves-Basedow grave. En cambio, una tiroidectomía parcial se realiza cuando solo una parte de la glándula tiroides necesita ser extirpada, por ejemplo, para tratar un bocio tiroideo benigno o un nódulo tiroideo que no afecta toda la glándula. La decisión entre una tiroidectomía total o parcial depende de varios factores, incluida la naturaleza de la afección, los riesgos y beneficios de la cirugía, y la preferencia del paciente, y es determinada por el médico especialista en conjunto con el paciente.
Experto en cirugía de tiroides y cuello, procedimientos de mínima invasión. Cirugía segura.